La nieve que enfrenta León y Asturias

«Nuestras intenciones en este sentido son las mejores del mundo», aseguraba hace algunas semanas a este periódico el máximo responsable de Turismo de la Diputación Provincial de León, Avelino Vázquez. «La relación es excelente entre las dos estaciones y, aunque operativamente no es posible, el objetivo es conectarlas», afirmó, por su parte, el coordinador de Fuentes de Invierno, Jorge Fernández.
Sus palabras mantienen una línea muy coherente con las que, hasta la fecha, han pronunciado sus superiores, en ambas regiones, con respecto a la unión de las estaciones invernales de San Isidro y Fuentes de Invierno. Todo han sido buenas palabras, voluntad de diálogo y declaraciones de intencionalidad aunque, a día de hoy, nada se ha concretado.

Los esquiadores aún no pueden comprar un forfait compartido que sirva tanto para usar los remontes de San Isidro como los de Fuentes de Invierno. Y aquellos que se puedan permitir comprar los dos (el de día completo de adulto en San Isidro cuesta 21 euros y el de Fuentes de Invierno, cuando la nieve permita abrir por fin al público, costará 17 euros, ambos en temporada alta) podrán utilizar los remontes asturianos y los leoneses, pero no viajar de una estación a la otra. En Fuentes de Invierno, el remonte de La Llomba permite acceder a una cima desde la que se podrá descender a la pista leonesa de Riopinos, pero el regreso a la estación asturiano resulta prácticamente imposible a no ser con los esquís al hombro hasta la misma cima.

Ésta es la situación actual de ambas estaciones. San Isidro ha podido abrir sus pistas al público hace poco más de una semana y gracias a los cañones de nieve artificial (ofrece estos días casi dos kilómetros de superficie esquiable), y Fuentes de Invierno, a pesar de que por su situación, más orientada al norte en la mayoría de sus pistas que la leonesa, podrá conservar durante más tiempo la nieve caída, aún no ha podido estrenar la temporada ante la ausencia de precipitaciones y también de cañones de nieve artificial.

El proyecto de la unión entre las dos estaciones que aún no se ha materializado ha tomado muy distintas formas con el paso del tiempo. En un principio, se habló tan sólo de una ampliación de San Isidro en la que podría colaborar el colaborar el gobierno del Principado. Posteriormente, el ejecutivo encabezado por Vicente Álvarez Areces licitó el proyecto de la estación de Fuentes de Invierno con el objetivo de atraer turistas a la comarca asturiana de Aller.

Desde León, las opiniones fueron cambiando conforme iban sucediéndose los ocupantes del despacho presidencial de la Diputación Provincial. José Antonio Díez no se negó directamente al proyecto pero supeditó la colaboración entre las instituciones a que se solucionara de una vez por todas el conflicto de límites en la comarca leonesa de Laciana, que también tenía la nieve y el turismo como telón de fondo, puesto que lo que se pretendía era poder ampliar la estación invernal de Leitariegos.

Con García Prieto llegaron las primeras reuniones entre los responsables del Principado y de la Diputación de León, reuniones de las que tan sólo quedó en claro la buena disposición por parte de ambas instituciones de unir Fuentes de Invierno con San Isidro y hermosas afirmaciones del estilo «la creación del gran complejo invernal de la Cordillera Cantábrica que sea referente del esquí en todo el noroeste de la península». La primera reunión tuvo lugar en San Isidro y posteriormente hubo otro encuentro en Oviedo, del que salió la negación de una gestión conjunta de la dos estaciones y se habló de la posibilidad de crear un consorcio desde el que se llevara la dirección.

Ahora, el turno le ha correspondido a Isabel Carrasco, que ya anunciado que la Diputación que ahora preside no construirá el campo de golf y el complejo que se había anunciado para San Isidro. El motivo es que, antes de ejecutar este proyecto, al que la Diputación no se opone pero que no hará con dinero público (cabe entonces la posibilidad, tan sólo, de la iniciativa de una empresa privada), tiene prioridad la línea eléctrica que se tiene que llevar hasta la zona residencial de la estación, donde algunas de las casas construidas recientemente deben utilizar generadores. La llegada de esa línea eléctrica también aportaría la energía necesaria para asegurar el suministro a Fuentes de Invierno (que el presidente del Principado inauguró la pasada primavera con generadores) así como a los remontes que, en un futuro, pudiera unir ambas estaciones, futuro que pasa necesariamente por un teleférico.



Fuente: El Mundo - La Cronica