San Isidro sumó 4.800 esquiadores en el primer fin de semana de la temporada

El día amaneció claro, casi primaveral, en San Isidro. Desde primera hora de la mañana cientos de coches encaminaron el Corredor del Aller para subir hasta el puerto y a la estación invernal, ya en la provincia de León. Los esquiadores fueron ayer, en la segunda jornada de la temporada invernal, la «especie» minoritaria, ya que por la zona se acercaron numerosas familias únicamente para disfrutar de la jornada y del buen tiempo. El aparcamiento del complejo se vio desbordado con tanta visita. Las pistas, sin muchas colas ni complicaciones, acogieron a 2.300 esquiadores, que junto con los 2.500 que disfrutaron de la nieve durante el pasado sábado hacen un total de 4.800 usuarios de San Isidro en el primer fin de semana de la temporada. La estación leonesa ofrecía ayer 6,8 kilómetros esquiables de nieve helada, que a partir del mediodía y después de unas horas de sol se convirtió en nieve polvo. Los usuarios del complejo -muy contentos por comenzar la temporada- hicieron algunas críticas sobre la organización de la estación. «Las taquillas abrieron tarde, cuando ya había muchas personas esperando y en las pistas había muchas piedras y calvas. Los trabajadores del complejo colocaron las señales de peligro algo tarde, ya había muchos esquiadores en pista», señalaron unos ovetenses. Además, los remontes de la estación sufrieron durante toda la mañana varios fallos eléctricos que los técnicos solventaron en unos minutos. Pero no todo fueron quejas en este primer fin de semana de San Isidro, los usuarios destacaron como «muy positivo» la existencia, desde este año, del forfait de medio día de mañana. Un abono que permite a los esquiadores madrugadores disfrutar de las pistas hasta la una de la tarde con un descuento de seis euros con respecto al precio del tique para el día completo. Las siete pistas que estuvieron activas en San Isidro pertenecen a las zonas de Cebolledo, Requejines y Río Pinos. Los asturianos fueron en San Isidro la «tribu» más numerosa. Las matrículas de los coches y las largas colas de vehículos que soportó el Corredor del Aller tanto a primera hora de la mañana en la subida hacia el puerto como a media tarde en sentido descendente así lo atestiguan. Hasta la estación también acudieron leoneses, gallegos y portugueses. La buena jornada no sólo benefició al complejo invernal leonés. Los bares y los restaurantes del alto Aller recibieron a mediodía a numerosos comensales que hicieron olvidar, al menos por unas horas, la «nefasta» temporada de nieve del pasado año cuando la falta de precipitaciones obligó a abrir intermitentemente las estaciones de esquí de la zona, con el consiguiente perjuicio para el sector hostelero del concejo allerano. Las tornas parecen haber cambiado en el otoño.

Por otro lado, las estaciones asturianas de Fuentes de Invierno (Aller) y Valgrande-Pajares (Lena) abrirán la temporada el próximo fin de semana.

Me alegro mucho
(jod... para la crisis)