El Consorcio lleva a la feria la potencialidad del turismo de esquí y los atractivos de la montaña

El turismo blanco supone precisamente uno de los ejes de la política promocional del Consorcio Provincial de Turismo. En una temporada cargada de nieve, la potencialidad de los enclaves invernales de León (con 32 kilómetros de superficie esquiable y casi 40 pistas) se convierte en una llamada constante a miles de visitantes en busca de aventura sobre las tablas.

San Isidro, que esta campaña adelantó su apertura al 15 de noviembre, superó a mediados de enero los 100.000 esquiadores a pesar incluso de los temporales encadenados del crudo invierno que en esta ocasión azota la provincia.

La estación de esquí del Alto Porma estrenó esta temporada cañones de nieve móviles, circuito de esquí de fondo -”con 2,5 kilómetros de recorrido inicial-”, el «snowpark», nueva maquinaria, así como una cinta transportadora para la zona de Cebolledo que entrará en funcionamiento en breve, entre otras infraestructuras necesarias.

Uno de los principales objetivos de la Diputación para este mandato es el lanzamiento de la vertiente de Valdelugueros para promocionar el acceso a la estación por Vegarada. En este sentido, la presidenta de la Diputación ya ha anunciado que la próxima temporada el sector de Riopinos contará con un telesilla cuatriplaza desembragable que permita a los usuarios ir y volver en el mismo remonte. Prácticamente desde el inicio de la campaña, San Isidro, al igual que Leitariegos se encuentran a pleno rendimiento gracias a las sucesivas nevadas, con un manto de nieve que garantiza una temporada larga.

El enclave blanco del valle de Laciana vive su mejor año y ya suma cerca de 35.000 esquiadores, lo que supone una cifra récord a estas alturas de la campaña. También estrenó nuevos servicios, maquinaria y el edificio multiusos a pie de pistas.