Nuevo presidente para Manzaneda

por Webmaster el 09/08/2010

Un ex-concejal del PP con concurso de acreedores dirigirá Manzaneda. David Ferrer cerró hace un año sus tiendas en Ourense con un procedimiento judicial concursal de liquidación. La gestión de Manzaneda, que este año cerrará sus cuentas anuales con beneficios, después de haber acumulado pérdidas durante décadas, será encomendada por la Xunta de Galicia a un ex concejal del PP en Ourense

La sustitución de Luis Manuel Gurriarán, el presidente que en poco más de dos años ha logrado rentabilizar Meisa y sacarla de números rojos, le será encomendada por el gobierno gallego de Alberto Núñez Feijoo a un ourensano cuya actividad empresarial se ha visto recientemente empañada por el cierre de sus tiendas en la capital. Tras su renuncia a la actividad política en el verano del 1996, cuando abandonó su puesto en el gobierno municipal que lideraba Manuel Cabezas, alegando razones de carácter personal, familiar y empresarial, David Ferrer se había centrado precisamente en la gestión de sus establecimientos comerciales dedicados a confección, cerrados desde el pasado mes de septiembre.

El fin de la actividad lo tramitó por medio de un procedimiento judicial ordinario de concurso de acreedores para liquidar la empresa. El cierre de las dos tiendas de Ferrer, con pocos meses de diferencia entre una y la otra, supuso el fin de una firma de moda que, según reconoció su responsable, había arrastrado pérdidas en los últimos años, con facturaciones por debajo de las expectativas a causa de la caída de ventas atribuidas a la crisis. Con anterioridad al cierre de las tiendas de la calle Progreso, la empresa se había desprendido de una nave de su propiedad en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas, que había tenido entre los principales promotores y dinamizadores a su padre, el fallecido ex alcalde, ex presidente de la Diputación y ex presidente de Caixa Ourense, David Ferrer Garrido.



Política y deporte

Ferrer Valeiras, aparte de su gestión empresarial y su corta actividad en la vida política, mantiene una intensa relación en círculos vinculados al deporte y al automovilismo en particular. La llegada de Ferrer Valeiras a la gerencia de la estación de montaña, si el miércoles acepta el consejo de administración la propuesta del gobierno gallego que preside Núñez Feijoo, deja para la curiosidad el hecho de que vayan a ser consejeros de Caixanova los que tengan la llave para esta designación.

Ferrer Valeiras había hecho suya la posición de su padre, crítica a la absorción de Caixa Ourense para el nacimiento de Caixanova. Como consejero de la caja de ahorros provincial, y en memoria de su padre, se había abstenido a la hora de dar la luz verde definitiva a la integración. La renuncia de Ferrer Valeiras como concejal, que en su momento había anunciado su dimisión como edil de Ourense no al alcalde sino al presidente de la Diputación y del PP provincial, José Luis Baltar, había tenido también su parte de relación con la actividad de la caja en el mismo año 2006.

Se había formalizado entonces un convenio con la caja de ahorros y desde la oposición se había pedido su nulidad al estimar que tres concejales, entre ellos el propio David Ferrer, tendrían que haberse abstenido al tener intereses directos, pues entonces era su padre presidente de la entidad.



El desalojo de Manzaneda

Manzaneda, estación de montaña, fue una magnífica idea desarrollada con nefastas gestiones. Años después de su nacimiento, se convirtió en una gran fosa devoradora de incontables fondos públicos. En la época de Fraga, la administración tuvo que acudir en su auxilio con la inyección de muchos millones que convirtió en pública a la hasta entonces empresa privada.

Y los políticos empezaron a utilizarla para colocar amigos o pagar favores. La empresa constituyó una sangría para la Xunta que tenía que taponar, un ejercicio sí y otro también, las pérdidas.

Con el bipartito en el gobierno, se cambió el criterio y en lugar de poner al frente de Manzaneda a un militante de carné o a un amigo del presidente de la Xunta se puso a un profesional del sector del turismo. Las pérdidas empezaron a menguar y en el 2010 está en el camino de la rentabilidad. A pesar de esta realidad, los propietarios (que somos todos) a través de nuestros representantes (tanto de la Xunta como de Caixanova que conforman la mayoría en el consejo de administración) están a punto de cercenar la tendencia para buscarle acomodo a un ex político del PP y ex miembro del consejo de administración de Caixa Ourense cuando la voracidad de Gayoso terminó con el sueño financiero ourensano.

Llegó el momento de pagar favores. La Xunta de Feijoo no pide a una agencia de talentos la búsqueda de un gerente que haga de Manzaneda el centro turístico de montaña por excelencia del noroeste peninsular. La Xunta de Feijoo cambia a un solvente técnico en turismo por un empresario que acaba de cerrar sus empresas tras una suspensión de pagos. ¿Creen Feijoo y Gayoso que éste es el mejor perfil para rentabilizar una empresa pública? ¿Piensan en rentabilidad o en amistad? ¿Se puede hacer esto, en estos momentos, pensando en las depauperadas arcas públicas? Semeja demasiado retorno a las viejas andanzas de la vieja derecha del viejo león de Vilalba.




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Fuente: La Voz de Galicia