Como ando un poco justa de tiempo voy a dividir en 2 partes nuestras mini vacaciones una primera parte en le Expo de Zaragoza y una segunda parte en el Pirineo Aragones.
Empezaré por la parte del Pirineo que fué la que mas nos gustó y en unos dias os pongo alguna foto de la Expo.
Llegamos a Pirineos agotados despues de tres dias de expo-pateo, así que el primer dia nos dedicamos a descansar y a disfrutar del hermoso paisaje.
Para aliviar el MONO de esquí empezamos visitando la Estación de Cerler
La estación no es muy grande, pero es muy coqueta.
Cuando vimos este MEDIDOR DE VELOCIDAD no pudimos evitar acordarnos de Matoski & cia, y de lo encantados que estarian de contar con uno de estos en Leitariegos, así que hay que proponerlo para la próxima temporada
A los guajes les pedía el cuerpo aventura, así que cuando nos dimos cuenta estaban escalando montaña arriba, se nota que todavia no sabíamos lo que nos esperaba al dia siguiente
El Hospital de Benasque, un lugar con mucho encanto a los pies del Aneto, y donde recalaban los peregrinos y a los caminantes que pasaban de España a Francia y viceversa, es hoy un precioso hotel donde relajarse y desconectar del mundanal ruido.
ANCILES es un precioso y pequeño pueblo de 22 habitantes pegadito a Benasque, al pie de la cordillera pirenaica que conserva la arquitectura aragonesa típica de la alta montaña, con calles y edificios que bien merecen un paseo
En el valle de Benasque se pueden visitar algunas cascadas de una gran belleza
Dormidos y descansados a la mañana siguiente , el sábado 28 de julio, nos levantamos entusiasmados para nuestra primera experiencia bajando un barranco
Con la camiseta del club
La expedición al completo listos para emprender la marcha
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El de Barbaruens, un magnifico barranco, bonito, paisajístico y disfrutón que nuestro recién adquirido amigo Niko estaba dispuesto a mostrarnos. Todo el grupo, compuesto por: NIKO, Jorge, Ana, Andrea, Itxiar y Roxy llegamos entusiasmados al camino de acceso, a excepción de Alfredo que por motivos laborales tuvo que quedar en Benasque.
Después de un pateo a pie de algo más de una hora por un frondoso camino de boscoso, casi todo cuesta arriba, llegamos a la cabecera del barranco, y … VAYA SORPRESA DE AGUA FRESQUITA Y CRISTALINA!. Así daba gusto lanzarse por sus numerosos toboganes y saltar el sinfín de pozas que se sucedían, No había muchos rápeles pero sí eran guapísimos.
Son muchas las sensaciones que vivimos en el descenso de este barranco. Algunas son puramente deportivas y otras estéticas: disfrutar de la naturaleza salvaje, de sus plantas, de sus piedras, apreciar los claroscuros que provocan los rayos del sol al penetrar en las pozas. Sin duda una experiencia para repetir.
Al dia siguiente ya emprendimos viaje de vuelta a Asturias. Vinimos por Francia, todo autopista, muy cómodo. Hicimos una paradita en Llanes para ver el partido España - Alemania, una magnífica guinda para finalizar las vacaciones. Un saludo para todos.