Sólo Pirineos y Sierra Nevada han logrado inaugurar su temporada de esquí. La Cordillera Cantábrica espera, junto al sistema central, la llegada de las nevadas.

El largo otoño que parece estar viviendo el país está chocando frontalmente contra los intereses de las estaciones de esquí, entre ellas, las asturianas. Solamente los grandes complejos de los Pirineos, tanto el aragonés como el catalán, además de Sierra Nevada, han conseguido tener la suficiente nieve como para inaugurar su temporada de esquí. Mientras, la otra cara de la moneda se la llevan las instalaciones de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central y la estación de Valdezcaray, perteneciente al Sistema Ibérico, que aún no han disfrutado de una sola jornada deportiva.

En el caso de los Pirineos aragoneses, actualmente están abiertas los complejos de Astún, Formigal-Panticosa, Cerler, Javalambre y Valdelinares. En cualquier caso, ninguna de estas instalaciones, salvo la de Astún, llega al 50% de su capacidad. En total, poco más de 120 kilómetros abiertos de un total de los 333 disponibles en todos los complejos. Los espesores de nieve de esta zona apenas llegan al medio metro. En el caso de Cataluña, la situación es similar. Están abiertas todas las estaciones (Baqueira, Boí Taull, Espot Esquí, La Molina, Masella, Port Ainé, Tavascán, Vall de Nuria y Vallter 2000). Sin embargo, la única que presenta un panorama favorable es Baqueira-Beret, que acumula 140 kilómetros esquiables y 92 pistas abiertas. El resto, al igual que en el Pirineo Aragonés, tampoco llegan al 50%.

Dos kilómetros

En la otra punta del país se encuentra el otro complejo abierto, Sierra Nevada. Sin embargo, la estación andaluza apenas cuenta con 5 pistas abiertas y dos kilómetros esquiables sobre los más de 106 que se dibujan en la montaña granadina.

En la Cordillera Cantábrica, ninguno de los complejos ha podido inaugurar el curso. Ni Pajares, ni Fuentes de Invierno, ni tampoco San Isidro, Leitariegos, La Manzaneda ni Alto Campoo tienen nieve suficiente para abrir. En la misma situación se encuentran los complejos del Sistema Central. La Pinilla, Navacerrada, Valdesquí y Sierra de Béjar también tienen el candado echado a la espera de una buena nevada. Y lo mismo ocurre en la estación riojana de Valdezcaray, cuyos 23 kilómetros permanecen vírgenes de nieve.

El único punto del centro de España donde los esquiadores pueden matar el gusanillo es la Madrid Snowzone, un complejo de apenas 300 metros ubicada en el centro comercial Xanadú de la capital de España.