Las nevadas llegan por fín y tiñen de blanco las estaciones.

Ha sido un mes de noviembre especialmente atípico, con una temperatura media por encima de lo normal, según reconocen los propios meteorólogos. La ausencia de nieve también ha sido la tónica, lo que ha provocado que las estaciones de esquí de Castilla y León hayan tenido que esperar hasta esta semana para poder abrir sus instalaciones. Algunas, como San Isidro y Leitariegos, habían previsto comenzar su actividad a mediados de mes, después de las nevadas de los primeros días de noviembre, pero las altas temperaturas posteriores echaron al traste con las expectativas de los esquiadores que, de momento, siguen con la temporada cerrada.

Sin embargo, ayer la nieve llegó a la Comunidad, y con especial intensidad, sobre todo en las zonas montañosas, lo que hace prever que esta misma semana se puedan comenzar a abrir las estaciones de esquí, que contaban con el puente de la Inmaculada como la fecha última para comenzar la temporada.

San Isidro y Leiteriegos

De esta forma, San Isidro y Leitariegos, dependientes de la Diputación de León, confían en abrir sus pistas en cuanta haya nieve suficiente o cuando el temporal lo permita, por lo que esta misma semana estarán ya a pleno rendimiento. San Isidro, en el municipio leonés de Puebla de Lillo, espera permanecer abierta hasta el 2 de mayo aunque, como siempre, eso lo decidirá la climatología, que en la pasada temporada se convirtió en una auténtica aliada, ya que permitió que la estación estuviese abierta hasta bien entrada la primavera. Entre sus novedades, San Isidro cuenta este año con ocho nuevos kilómetros de pistas esquiables, con lo que suman ya 33 en toda la estación. También se ha reforzado en Cebollero la zona de remontes con una nueva cinta. Leitariegos, en el municipio leonés de Villablino, tiene la misma perspectiva de apertura: en cuanto la nieve lo permita. Con un poco de nieve y la temperatura adecuada se puede fabricar nieve artificial, por lo que la apertura estaría garantizada con unas mínimas condiciones, siempre, eso sí, que los accesos estén abiertos. Leitariegos cuenta con diez pistas esquiables que suman siete kilómetros.

La Covatilla

En Salamanca, la Covatilla (Sierra de Béjar) casi consigue cumplir su previsión inicial de abrir ayer domingo, aunque posteriormente aplazó la hecha hasta el miércoles, que todo apunta a que en esta ocasión sí pueda cumplirla. La Covatilla ha ampliado sus pistas naturales esquiables (de cierta dificultad), de forma que ha pasado de los 19 kilómetros en total de la pasada temporada a los 27 de esta distribuidos en 31 pistas. También aquí es habitual la utilización de nieve artificial.

La Pinilla

En la segoviana estación de esquí de La Pinilla, la previsión es poder abrir este próximo viernes para encarar el puente. A poco que la temperatura sea baja, sus 189 cañones de innivación artificial siempre son una garantía. Cuenta con 22 pistas esquiables que suman 20 kilómetros.

Lunada

Lunada es la más pequeña de las estaciones de esquí de la Comunidad. Situada al norte de Burgos, en Espinosa de los Monteros, dispone de cinco pistas y un circuito de fondo que superan, en total, los ocho kilómetros. También en Lunada miran al cielo a la espera de poder abrir la estación.

Alto Campoo y Navacerrada

En el límite de Castilla y León, aunque no en su territorio, se encuentran dos de las estaciones de esquí más frecuentadas por los castellano y leoneses: Alto Campoo, en Cantabria, y Navacerrada, en Segovia. La primera, en el municipio cántabro de Brañavieja, a 70 Km de Aguilar de Campoo, dispone de 23 pistas que suman un total de 27,7 kilómetros esquiables.

Por lo que se refiere a Navacerrada, la estación de Esquí se encuentra entre los términos municipales de Cercedilla y Navacerrada, en la Comunidad de Madrid, y La Granja de San Ildefonso, en Castilla y León. Esta estación casi segoviana cuenta con 12 pistas y un dominio esquiable de 68.545 metros cuadrados.


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Fuente: abc.es